dimecres, 27 de març del 2013

"...I Miss..."


Debo admitirlo.
Lo echo de menos...

Echo de menos esa época de la decadencia dorada en que todo importaba más bien poco.
Echo de menos esa época en que mi único dolor era saber que jamás tendría el corazón del dulce espantapájaros en mis manos.
Cierto es que no todo fueron risas...


Hacía justo lo contrario que ahora;
Mi máscara era feliz y alegre pero mi corazón hueco, apático, encadenado a un dueño ausente que no le importaba demasiado.
Tenía dinero...

Tenía tiempo...
Tenía todo cuanto quería menos una cosa.
Y sin poderlo controlar fue esa inalcanzable meta la que tomó el mando a la hora de mis actos.
Y es ahora cuando pienso "Quizás no hice las cosas del todo bien"

Pero al fin y al cabo...he hecho algo bien alguna vez?


Es curioso porque veo que han pasado muchas cosas y a la vez pocas.
Ahora mi máscara es más fría, muy ausente e indiferente, pero mi corazón no deja de gritar y llorar.
No me sale de dentro restar valor a las cosas que sólo yo considero importantes,
Pero en cambio me río de esas pequeñas tonterías que hace un tiempo atrás tanto me importaban.

Que más da?
Que más da todo?
Soy verdaderamente libre?
No lo soy?
No...mentira.
En esa época podía ser yo misma vendándome los ojos sin miedo a lo que pudiera pasar.
Ahora veo que sería imposible.
Pues yo soy la única a la que se le ha caído la venda y deambula sola y perdida en esta procesión de ciegos que no quieren ver

1 comentari:

  1. Y para muchos es el final. Una derrota tras otra. Se ven incapaces de levantar. Muchos han caído en el camino. Muchos, desisten sin insistir… y lo dejan ir.

    Es el final, cuando la derrota puede contigo y consigue que no vuelvas a levantar. Puedes intentar, justificarte, o tener excusas falsas, para autoconvencerte. Es tu final. Y te lo repetirás. Hasta creer tus mentiras y olvidar, que fue la derrota, lo que fuiste incapaz, de superar.

    Pero, algo hay tras de mí. Algo que tira de mi alma, y saca fuerzas de donde ya no hay más. Esa rabia, esa confianza, y esas palabras una y otra vez, resonar… Y es por eso cuando, debes reconocer, que esta vida, es para hacer imposibles… el resto, son las palabras de las frustraciones de aquel que se cree sus propias mentiras, y jamas llegará a nada.

    Porque mi realidad, es tu imposible.



    ResponElimina