dilluns, 16 de juliol del 2012

"...Caballeros de Armadura Oxidada y Brujas de Plexiglas..."


"...Hace ya mucho tiempo, en una tierra muy lejana, vivía un caballero que pensaba que era bueno, generoso y amoroso.
Hacía todo lo que suelen hacer los caballeros buenos, generosos y amorosos.
Luchaba contra sus enemigos, que eran malos, mezquinos y odiosos. Mataba a dragones y rescataba a damiselas en apuros...
...Nuestro caballero era famoso por su armadura.
Reflejaba unos rayos de luz tan brillantes que la gente del pueblo juraba no haber visto el sol salir en el norte o ponerse en el este cuando el caballero partía a la batalla....
Con el tiempo, el caballero se enamoró hasta tal punto de su armadura que se la empezó a poner para cenar y, a menudo, para dormir...
Después de un tiempo, ya no se tomaba la molestia de quitársela para nada....
Poco a poco, su familia fue olvidando qué aspecto tenía sin ella..."

Algo así empieza "El Caballero de la Armadura Oxidada", el libro que me he leído (y que desde luego recomiendo) esta noche a falta de planes evasivos del aburrimiento de un domingo de resaca.
Como habéis supuesto la mayoría de mortales que empezáis a conocerme, no me ha gustado porque hable de fantasía épica medieval. No.
Me ha encantado porque explica la historia de un hombre que trata de ser un caballero perfecto a los ojos de todos de manera que hasta él mismo se olvida de quien es en realidad...
Si quiere recuperar lo que ama antes de que sea tarde, tendrá que quitarse esa armadura perfecta y enfrentarse a sí mismo...lo conseguirá? (no...no os voy a joder el final...el que quiera que indague por su cuenta)

 
Máscaras o armaduras...que más da.
Sólo pura apariencia una vez más.
Gente gris...y gente que no es gris pero se empeña en aparentarlo.
Estoy segura que si el caballero del libro cobrara vida y me tuviera delante, me hubiera dicho las mil y una.
No hubiera entendido mi concepto del amor.
No se hubiera molestado en tratar de comprender que hay más allá de noches de alcohol barato y sexo...
No hubiera querido escuchar realmente el porque de todo...
El caballero del libro me hubiera echado a la hoguera sin muchas contemplaciones...pues todos sabemos que los caballeros rescatan princesas y acaban con las brujas aunque sean "buenas".
A mí me hubiera gustado coger al caballero de la mano y decirle que a veces es mejor dejarse llevar por lo que te dicta el corazón.
Me hubiera gustado que sin mediar palabra hubiera confiado en mí.
Me hubiera gustado que me montara en su caballo y nos perdieramos lejos...y una vez apartados de todo, arrancarle con mis propias manos esa bonita pero a la vez pesada y entorpecedora armadura que lo tiene preso de si mismo...
Después le pediría que mirara su reflejo real en el agua y le preguntaría esperando una respuesta sincera de corazón con cual de los dos aspectos se ve mejor.
Y allí sería el punto clave donde el caballero decide si largarse por patas y dejarme allí tirada o si decide tomarme y tener bajo la luna una noche de sexo salvaje medieval...

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