dilluns, 1 d’octubre del 2012

"...Bye Bye 25..."

Hoy es el último día de mi vida que podré decir que tengo de edad un cuarto de siglo justo, puesto que en 24 horas subo de nivel, me hago vieja, me tirarán de las orejas etc etc...
Han sido unos 25 curiosos.
Nuevos trabajos...
Nuevas personas importantes en mi vida...
Reconcilios con unos...
Exilio de por vida para otros...
Situaciones sentimentales dignas del deseado estado de facebook "siéntate que te cuento"...
Cosas que terminan...
Cosas que empiezan...
Y un larguísimo etc.


Es curioso.
Al último trimestre del 2005, cuando lo dejé con mi ex, yo era una lolita de 19 añitos recién cumplidos (y casi casi recién teñida de rojo por primera vez!!)que a parte de cursar un grado superior de ilustración y de buscar nuevas alternativas musicales por aquel entonces, no entendía nada y vivía en un mundo paralelo.
Fue entonces cuando conocí a alguien especial.
Él tenía 26 años, escribía que enamoraba, disfrutaba todo tipo de arte ya fuera musical, teatral, pictórico..., era actor y mimo, tenía trabajo estable, me trataba como una princesa y sacaba tiempo de donde fuera para verme ni que fuera un par de horas teniendo en cuenta que el vivía en Mataró.
No sabía porque un chico que conocí la semana después de dejarlo con mi expareja bailando en Undead el "The Beautiful People" de Marilyn Manson, se enganchó a mis labios y no los quiso soltar durante más tiempo del que él hubiera deseado.
No estaba acostumbrada a que me trataran "bien" ni que me dijeran cosas bonitas.
Y no estaba acostumbrada a que mi sinceridad y gustos fueran tan respetados.
Me ahorraré los detalles de esta bonita historia con trágico final y me limitaré a decir que mi peligrosa inocencia de aquel entonces me hizo perderle para siempre.
No supe dejarme cuidar de verdad y corresponder por igual.
Yo veía un chico encantador y él en mí veía su perdición.
Así que decidió emprender su camino lejos de mí, cosa que yo apoyé y que él se tomó fatal.


Hoy soy yo la que mañana tendrá los 26
Y muchas jarras de agua fría me he tenido que llevar para darme cuenta de cómo se sentía él en esos instantes.
Comprendí que por más que cuides a alguien y le desees lo mejor las cosas no cambian de un día para otro.
Acepté que si quería llegar lejos tenía que empezar de cero metiendo mucha fuerza y energía para que los golpes no me derribaran del todo, sino que sólo sirvieran para hacerme más autoexigente conmigo misma.
Comprobé en mi propia carne como la gente te usa, te lame y te miente sólo para metértela entre las piernas y luego les da igual si te dejan llorando en un parque de madrugada con las ropas rotas, el maquillaje hecho un asco y las rodillas sangrando.
Me di cuenta de que aunque tenga mi peculiar forma de ver el mundo, el 96% de las veces voy a tener que negar, asentir, mirar hacia otro lado y finjir indiferencia aunque me estén quemando por dentro mis verdaderos sentimientos.
Y ahora...a mis pocas horas de los 26...
Aparece otro "alguien especial"
Te cuidan, te miman, te dicen cosas bonitas, quieren estar contigo...
Pero vuelvo a tener miedo.
Sigo poniendo gesto escéptico cada vez que recibo alagos y cumplidos tanto materiales como intangibles, y me da miedo que por no saber asumirlos vuelva a pasarme lo mismo; acabar perdiendo a "alguien especial"
Esta vez no sería mi "inocencia" la que pondría en peligro esta situación...
Sinó que la lolita inocente ha ido viendo jarra tras jarra como están las cosas en verdad, y decidió aparcar su sonrisa de niña buena y cambiarla por un sombrero de copa para ir cantando las verdades sin que los humanos grises se den por aludidos.
Ya sabéis...la tía esa del pelo rojo, el sombrero, la escasa ropa y sus desquicios que no cree en nada ni nadie, para que así nunca más la vuelvan a herir de gravedad.
Y es que a veces ser tan escéptico, puede ser tan peligroso como la "inocencia" de una lolita

1 comentari:

  1. molt gran! (ho sento pero no em surt res més a part de "cuanta razón" xD)

    ResponElimina